El lince ibérico es un felino de tamaño mucho mayor que un gato
doméstico. Se caracteriza por su aspecto robusto, sus patas largas y su
cola corta con una borla negra en el extremo y que suele mantener
erguida batiéndola en momentos de peligro o excitación.
Sus orejas están rematadas por unos característicos pinceles
compuestos por pelos negros rígidos cuya finalidad posiblemente sea la
de descomponer la redonda silueta de su cabeza, favoreciendo de este
modo su mimetismo.
También son características las patillas que cuelgan de sus mejillas y
que aumentan progresivamente de tamaño con la edad. Los jóvenes de
pocas semanas carecen de patillas y casi de pinceles y en los individuos
de un año ya aparecen las patillas, aunque cortas, que apenas cuelgan
por debajo de la barbilla. Los machos tienen las patillas más largas que
las hembras.
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